El Policía Víctor Raúl Estrella Neyra acusó a un obrero de integrar banda que antes había herido a empresario y lo mató.
“Mi esposo no era delincuente. Si hubiera justicia, el policía que lo mató estaría en una cárcel como cualquier criminal”, dice afligida la esposa de Alejandro Galloso Dávila, un obrero de 53 años abatido en Puente Piedra, tras el fallido secuestro a un empresario. Raquel Mejía llora con amargura. “Le disparó a quemarropa, muchos testigos lo vieron hacerlo”, denuncia.
La víctima fue acusada por el suboficial técnico de 2da Víctor Raúl Estrella Neyra de integrar una banda de ‘marcas’ que hirió de bala a Edwin Ramírez Flores, propietario del centro recreacional La Mansión, tras un fallido plagio.Pero el obrero de construcción era inocente. Acababa de descender de una cúster con su sobrino Wilmer Medina Galloso y se disponía a trasladarse a su casa en el AH Laderas del Chillón, tras su jornada laboral.
A esa hora, 6.40 pm, Edwin Ramírez era asaltado por seis sujetos que lo interceptaron frente a su local. Le arrebataron 800 soles e iban a llevárselo, pero como opuso resistencia le dispararon dos tiros en el cuello y en el muslo izquierdo.
El suboficial que lo acompañaba no dudó en coger la pistola que el empresario llevaba en su carro y persiguió a los delincuentes.
NO ESCUCHÓ LOS RUEGOS DEL OBRERO: El Policía, en el camino, se cruzó con Galloso Dávila: “Tú fuiste”, le gritó. El obrero estaba de rodillas, con las manos en alto y mostrando su DNI.
“No me mates, yo no he hecho nada”, le imploró. Su sobrino estaba tendido en el piso. El mototaxista Cipiliano Vega Olórtegui y el comerciante Pedro Guerrero Robles vieron incrédulos estas escenas. Sus ruegos no fueron escuchados. Tres tiros del Policía acabaron con su vida. Dos de ellos fueron ejecutados desde arriba hacia abajo, a la altura de los hombros.
SEGURAMENTE el Juez y el Fiscal, dirán que el policía es inocente "porque cumplía con su labor".
Criminales miserables!!!
MAS INFORMACION:
http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20100514/25/node/266336/todos/12
“Mi esposo no era delincuente. Si hubiera justicia, el policía que lo mató estaría en una cárcel como cualquier criminal”, dice afligida la esposa de Alejandro Galloso Dávila, un obrero de 53 años abatido en Puente Piedra, tras el fallido secuestro a un empresario. Raquel Mejía llora con amargura. “Le disparó a quemarropa, muchos testigos lo vieron hacerlo”, denuncia.
La víctima fue acusada por el suboficial técnico de 2da Víctor Raúl Estrella Neyra de integrar una banda de ‘marcas’ que hirió de bala a Edwin Ramírez Flores, propietario del centro recreacional La Mansión, tras un fallido plagio.Pero el obrero de construcción era inocente. Acababa de descender de una cúster con su sobrino Wilmer Medina Galloso y se disponía a trasladarse a su casa en el AH Laderas del Chillón, tras su jornada laboral.
A esa hora, 6.40 pm, Edwin Ramírez era asaltado por seis sujetos que lo interceptaron frente a su local. Le arrebataron 800 soles e iban a llevárselo, pero como opuso resistencia le dispararon dos tiros en el cuello y en el muslo izquierdo.
El suboficial que lo acompañaba no dudó en coger la pistola que el empresario llevaba en su carro y persiguió a los delincuentes.
NO ESCUCHÓ LOS RUEGOS DEL OBRERO: El Policía, en el camino, se cruzó con Galloso Dávila: “Tú fuiste”, le gritó. El obrero estaba de rodillas, con las manos en alto y mostrando su DNI.
“No me mates, yo no he hecho nada”, le imploró. Su sobrino estaba tendido en el piso. El mototaxista Cipiliano Vega Olórtegui y el comerciante Pedro Guerrero Robles vieron incrédulos estas escenas. Sus ruegos no fueron escuchados. Tres tiros del Policía acabaron con su vida. Dos de ellos fueron ejecutados desde arriba hacia abajo, a la altura de los hombros.
SEGURAMENTE el Juez y el Fiscal, dirán que el policía es inocente "porque cumplía con su labor".
Criminales miserables!!!
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